Hola, soy Andrés. Si algo ha definido mi relación con la fotografía desde el principio, es la curiosidad. Todo comenzó con ese impulso casi infantil de querer capturar lo que veía, como si detener el tiempo fuera tan simple como hacer clic. Una de las primeras fotos que realmente me marcó no la hice yo, me la hizo mi padre. En ella, aparezco curioseando su cámara, con mis gafotas características y cara de susto por que lo que era curiosidad a veces era demasiado curioso y mi padre lo sabía (un poco estrábica). Creo que ahí nació todo: mi conexión con las cámaras y mi manera de ver el mundo a través de diferentes lentes. El nombre de mi proyecto, 50 Lens, hace honor al primer objetivo que pude conseguir para una Nikon heredada y a los 50 pares de gafas que mis padres tuvieron que comprarme debido a mi innata capacidad para romperlas.
Con los años, esa curiosidad inicial ha crecido enormemente, convirtiendo cada momento en el que cojo mi cámara en una invitación a descubrir nuevos ángulos y detalles que a menudo pasan desapercibidos. Mi objetivo siempre es el mismo: capturar la esencia de lo que tengo frente a mí, sin artificios.
Mis fotos son el resultado de momentos compartidos, donde cada imagen cuenta una historia y celebra la esencia de quienes las protagonizan. Mi trabajo no se trata solo de tomar fotos, sino de hacer que las personas se sientan cómodas y disfruten el proceso. Si logramos olvidar por un momento que hay una cámara presente, las mejores fotos ocurren casi por accidente. Aunque, como bien dijo Ansel Adams, "la fotografía no es un accidente. Es un concepto".